TRÁNSITO:
Tránsito es una obra audiovisual para código en vivo (live coding). Tránsito explora procesos, informáticos y culturales, que se crean y destruyen desde su misma definición, en la palabra o el código, y se transforman en el tiempo, en virtud de sus diversas interacciones. La obra se inspira, en particular, en el relato de Lakutaia Lekipa, conocida como la última mujer portadora de la lengua y tradiciones Yaganes, cultura prehispánica del extremo sur de Chile y Argentina. Así, en un ejercicio poético, los escritos llevan mensajes para la ejecución en tiempo real de los sonidos y gráficas que construyen el relato multimedial.
Es peor que el diluvio
Estoy sola, pero puedo vivir así. Quién sabe, voy a empezar a soñar otra vez con las cosas de mi raza y a cantar como antes. Desde que estoy casada con Raín, ya no puedo cantar ni soñar. Me junté con él y se terminó todo.
Una noche, en Bayly, soñé que un cachalote arrastraba a una ballena muerta hasta la playa. A la mañana siguiente, Milicic partió a cazar pájaros y yo me quedé en la costa, cerca del rancho. Casi no lo podía creer. Un cachalote se fue acercando, acercando, hasta que tiró a tierra una ballena negra, de esas que no tienen mucho aceite, pero si unas barbas largas que sirven para hacer canoítas. ¡Qué fuerza tuvo para empujarla!.
Otra noche, cuando acampábamos en la estancia de Carlos Martínez, soñé que yo cantaba y los cachalotes también. Me desperté y no pude aguantarme. Tuve que llorar. Bertín, el hechicero, estaba con nosotros en el mismo rancho y se asustó. “Usted es una hechicera cachalote”, me dijo. Esa misma tarde nos hizo juntar para cantar. Me pasaba algo de su mano y yo tenía que hacer como que lo agarraba, pero no tenía nada. Después tuve que frotármelo en el pecho. De repente dijo:
¡Yaaruum kaskáta anan! ¡Ahora viene una canoa!
Pero no era una canoa. Nosotros ya sabíamos. Él había visto que se acercaban cachalotes, y no podía decir “ashoula”, porque es muy malo nombrarlos. Siempre les tuve miedo. ¡No quería ni mirar sus cuerpos llenos de rayas!. A veces los veíamos con Raín, nadando cerca de la chalupa; pero él no entendía el susto que a mí me daba, porque no conocía mis costumbres. Ahora no tengo con quién conversar de nuestras cosas. Los paisanos de Ukika no quieren saber nada con su raza. Son descendientes de yaganes, pero ya perdieron su sangre. Muy pocos hablan su idioma y nosotros lo vamos olvidando.
Se perdieron los antiguos nombres que los yaganes dieron a cada parte del mar y de la tierra en su territorio. No hubo respeto. Nadie preguntó. Los pocos que quedaron están mal dichos, pero no quieren escucharnos. Al Yakashaka, nuestro canal, le pusieron Yagashaga, porque a alguien se le ocurrió escribirlo así.
Yo no sé leer, porque ya no había escuela en la misión y no me enseñaron. Ahora todos los muchachos que están en Ukika van al colegio; pero no trabajan en ninguna cosa y ni siquiera saben picar la tierra y sembrar papas, lechugas, nabos o repollos para cambiarlos por otros alimentos. ¡Eramos tan ricos y ahora somos tan pobres!.
Cuando mi pueblo se mezclaba con los alacalufes, nada pasaba. Hablaban distinta lengua, pero tenían el mismo espíritu. También se casaron yaganes con onas, aunque siempre los antiguos les tuvieron miedo porque eran más guerreros. Después vinieron los cristianos y las mujeres prefirieron casarse con ellos. Pero sus hijos no quisieron hablar más la palabra de su tierra.
Hoy, los yaganes puros que van quedando son las hermanas Ursula y Cristina y Raúl Yagán, que anda de marino quién sabe dónde. No habrá otros pueblos: Ukika será el último. Es peor que el diluvio, cuando todo se inundó y sólo se veían algunos montes de Hoste y Navarino. Los veteranos siempre hablaban del “ushi yarrco”. Ushi quiere decir tierra y yarrco quiere decir mar; o sea, que el mar entró en la tierra.
Era el tiempo de los más antiguos. Así como los cristianos hablan de Jesucristo, nosotros, los yaganes, recordamos a nuestros “wátuwa”. El sol era un hombre, la luna era un hombre y hasta los pájaros eran humanos; pero después del diluvio se convirtieron en animales, como ya he contado.
– Ah, yo voy a ser wápisa – dijo uno, y se transformó en ballena.
– Yo quiero ser takikáshena – dijo otro, y entonces fue un pajarito chiquitito.
– Y yo voy a ser amma – y se hizo lobo de mar.
Así se llenaron la tierra y el mar y el cielo, como hoy todos los conocemos. Muchos hombres murieron ahogados, pero algunos se salvaron. Y tal como hizo Noé, así hicieron también los indios salvajes: se desparramaron por todas partes y sacaron otra vez sus familias hasta llenar de nuevo el territorio.
Sí, ahora es peor que el diluvio. Los últimos nos estamos muriendo y no podemos volver a sacar nuestras familias ni a llenar nuestra tierra con yaganes.
Del libro de Patricia Stambuk M.
Rosa Yagán, El último Eslabón.
La obra fue desarrollada utilizando el software libre Pure Data, con el cual se programaron todos los audios y gráficas presentes (puedes descargar las fuentes desde aquí!!). Utilizando un Archivo de Texto, cada mensaje es mapeado a una función audiovisual. Estos mensajes portan además variables que pueden ser actualizadas cada vez que el archivo de texto es guardado y se presiona cierta determinada letra del teclado.
La Primera oración: No hablamos de Temáukel (TŸmáŒkel) , alude a los relatos documentados por el antropólogo Martín Gusinde en el libro El Mundo Espiritual de los Selk’nam, edición parcial de la obra original Los Indios de Tierra del Fuego.
” Jamás usan este nombre en circunstancias triviales. Ni una sola vez pude observar que lo pronunciara un niño. Cierto es que, en varias oportunidades, fui testigo cuando un adulto, reprendiendo a un niño, le señalaba a “Aquél-allá-arriba”; pero el niño no era animado o impelido a repetir aquel nombre. Este temor ante su deidad ha dado lugar a la formación de circunloquios de su nombre propio. Estos tampoco se utilizan con frecuencia, pero se usan más a menudo que la denominación TŸmáŒkel. Los hombres me aconsejaron que también yo usara estos circunloquios en lugar del nombre propio. Encontré dos formulas usuales para tales pseudónimos. “só’ónh has’kán =habitar el cielo = el habitante del cielo”. La frase completa, a su vez, será: áiyemok só’ónh has’kán = aquel habitar el cielo = aquel que se encuentra en el cielo = aquel habitante del cielo allí. Sólo la formula mas corta esta en uso y es comprensible para todos en todo su significado.”
En el audio, se utilizaron diversos recursos; Para ambientar, el viento patagónico fue sintetizado de manera sustractiva utilizando filtros pasa bandas que se ajustaban de manera aleatoria (en un rango predeterminado). Además, un sintetizador de tres notas, permite ejecutar acordes que se ajustan en tiempo real en virtud de las necesidades del compositor. Al iniciar la obra, este sintetizador, denominado OSCILADOR RIZOMÁTICO (oscilador creado para mi tesis en ciencias físicas), es utilizado como nota pedal que permite completar la atmósfera iniciada con el viento.
En lo que sigue, los cantos de la última chamana Selk´nam Lola Kiepja, se transforman y deforman para dar origen a una estructura rítmica monótona que culmina en la síntesis de aditiva de osciladores , que transitan de lo profano a lo sagrado.
En lo visual, en tanto, un geometría primitiva respira y escucha la procesión. A medida que esta avanza, esta geometría encuentra el camino para reproducirse y ubicarse en infinitos planos, con los cuales es posible percibir un pórtico, por el cual se transita. Una ilustración figurativa se fragmenta para dar paso a texturas que potencian el discurso poético del texto.
– Usted es una hechicera cachalote, nos dice Lakutaia Le Kipa, tomando posesión de su identidad y trascendencia.
En lo que sigue, el texto narra como la perdida cultural, mediante el progresivo deterrioro del lenguaje van destruyendo la identidad de su pueblo, en un caso de antropofagía que no dejo casi ningún resto.
En este escenario, la obra densifica su textura acústica, pero transforma su textura visual para dar paso a un polvo, que se agrupa y desagrupa en función de los sonidos programados.
Finalmente, la obra progresivamente se diluye y se siente ese vacío.
La obra ha sido presentada en 4 Festivales.
1) Encuentro Interdisciplinario sobre la Muerte 2018.
2) Festival Internacional de Nuevos Medios LUMEN 2018.
3) Festival Ai Maako 2019.
4) Presentación en el Festival TTU (Todas las Teorías del Universo).
Y fue seleccionada para ser presentada para la conferencia internacional de código en VIVO en el MediaLab el Prado. (Pero yo pude viajar porque no tenía dinero y bueno parece que para el estado Chileno esto no es muy importante.)